sábado, 6 de octubre de 2007

Llueve donde quiera que vaya

Llueve en Alicante.
El cielo ruge.
El cielo llora.
El cielo se ilumina de vez en vez.
Contemplo el espectáculo desde la ventana del aula.
Mientras llueve.
Mientras llora.
Mientras brilla.
Mientras grita el cielo.

Llueve en Murcia.
Dicen que rugía el cielo.
Dicen que el suelo se cubrió de lágrimas.
Dicen que una luz relampagueaba.
Eso cuentan los que se asomaron por la ventana.
Mientras llovía.
Mientras lloraba.
Mientras brillaba.
Mientras el cielo entonaba un canto desesperado.

Estruendosos relámpagos atraviesan el cielo murciano...
y yo, desde Alicante, puedo oírlos.

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