jueves, 17 de enero de 2013

A conducir.

Abrigo. Gorro. Bufanda. Las llaves de casa, las del garaje las del coche. Bajas al garaje y entras en el C3. Arrancas. Subes la rampa. Miras que no venga nadie y giras a la derecha, como siempre. Entras en la autovía sin pensar qué dirección tomar. Y conduces. Conduces. Conduces. Conduces y conduces. Oyes la radio. Piensas en todo o en nada, a saber. Y coges una salida sin mirar el nombre. Llegas a un pueblo. Aparcas. No tienes ni idea de dónde estás. Bajas del coche y sientes el frío de Enero. Ves un banco, el banco, y te sientas. Sin más. Y observas. Al hombre que acaba de pasar con um niño enganchado de la mano. ¿Quién será? Ves a la adolescente con mechas en el pelo. Va escuchando música ¿Quién será? Una pareja. Una señora con un carro de la compra. Dos motos. Un hombre que habla a voces. Un perro, y su dueño. Y ves pasar las horas. Hasta que vuelves a casa.

miércoles, 9 de enero de 2013

Consejo

Pocos consejos puedo dar, pero hay uno del que no dudo, uno que escribo con mayúsculas: LEED.

Leed. Aunque no os guste. Aunque os cueste. Aunque "no tengáis tiempo". Si no os gusta encontraréis alguna lectura que os gustará. Tardaréis, pero ahí estará. Leer es una búsqueda. Tantos y tantos libros que parecen no aportar nada, que dejas a la mitad porque no puedes aguantarlos, o que te dejan indiferentes. Te pulen. Te definen. Te matizan. Personalizas un filtro. Hay libros que he llegado a no soportar, y han sido los favoritos de otros. Hay libros que he devorado y otros no han aguantado. Leer es una búsqueda personal con la que te tienes que desinhibir. Un libro que te maravilla se convierte en algo tuyo.

Cuando leo mi mente "viaja". Se va. A veces se queda entre aquí y allí. Se distrae, se relaja, se aleja un poco. Lecturas cotidianas. Amenas. Pasajeras. Tal vez pase un año, unos meses, no sé cuánto. Pero un día te recomiendan un libro. O te llama la atención una sinopsis, o un título, o conoces un autor y decides leer un libro suyo. Y encuentras OTRO. Otro de esos libros. Uno de ellos. TUS libros. Tus reliquias. Y viajas. Tu mente se va. Ya no estás aquí, porque la única razón que define que estamos aquí es que nuestros pensamientos están aquí, y vemos y oímos y sentimos aquí. Pero si un libro te atrapa, cambias de mundo. Te vas muy lejos, ves otras cosas, vives vivencias ajenas, oyes lo que imaginas, sientes lo que te cuentan. El tiempo se acelera. No notas que tu cuerpo tiene hambre. No notas el cansancio.

Hasta que vuelves. Y han pasado 5 horas. Descubres que has llorado, que has "flipado", que has sentido más de lo que has sentido en mucho tiempo, y te entristeces y alegras al mismo tiempo, todo a la vez. Vives. Y descubres, más tarde, que no puedes pensar en otra cosa más que en lo que has leído.

Eso sólo te lo puede regalar un libro. Eso sólo se consigue buscando. Leer es entrenar. Es nutrir. Es madurar. Es seleccionar. No hay libros malos o buenos. No de forma objetiva. Hay libros que te pertenecen o no. Que te atrapan o no. 

Ay, pero cuando uno te atrapa, qué maravilloso. Y qué triste leer la última página y desear no haberlo leído nunca para poder descubrirlo de nuevo.

De verdad, leed.

domingo, 6 de enero de 2013

¡Hala! ¡Yo tenía un blog y ni me acordaba!

Pues el caso es que se me ocurren bastantes cosas que decir, pero me parece que escribirlo todo en estados del facebook es un poquito pesado :p

Esta entrada es para hablar sobre los propósitos de Año Nuevo. No estoy muy de acuerdo con ellos, básicamente porque suelen no cumplirse y terminan decepcionando más que otra cosa. Vaya, que utilidad cero.

Pero he estado pensando bastante sobre las cosas que me gustaría que cambiaran o que podría hacer este año (cosas lógicas y alcanzables), y me he dado cuenta de que a eso se le podría llamar "propósito". No os engañéis, no voy a poner "estudiar más", "hacer ejercicio" o "ayudar más en casa". Sé que no voy a hacer ninguna de esas cosas por el hecho de que sean propósitos de Año Nuevo. De hecho, creo incluso que precisamente por esa razón hay más probabilidades de que no lo haga (aumenta la presión, los pensamientos de "tienes que hacerlo, tienes que hacerlo" y la mayoría de las veces se produce el efecto rebote). Pero sí hay otras "tonterías" (que para mí no lo son) que no quiero retrasar más. Allá van mis "propósitos" de Año Nuevo:

- Imprimir fotos. La mayoría se pierden en los abismos de las redes sociales, y es peor aún cuando una red social muere y cambias a otra (ejemplo: tuenti). Por supuesto que no voy a imprimirlas todas, pero sí que voy a hacer una selección, y tengo muchos años atrás cuyas imágenes sólo están en internet, en mi pc o en un disco duro externo. No aportará mucho, pero tengo una hucha donde meto muchas moneditas rojas y, cuando se llene, el dinero irá destinado a imprimir fotos :) (También hay algún euro que otro para llevarme una alegría cuando abra la hucha jijiji)

- Dibujar más. Y para no decepcionarme a mí misma no añadiré ni cantidad de dibujos ni frecuencia. Pero, dibuje lo que dibuje, siempre será más que el año pasado, que sólo dibujé una vez, y en Noche Vieja xD. Fue entonces (hace seis días) cuando descubrí que puedo hacer dibujos buenos en unas cuantas horas sólamente, y me parece que es un buen método de entretenimiento.

- Leer. Leer, leer y leer. Pero vaya, eso ya lo llevo haciendo desde hace tiempo.

Y eso es todo, ¿véis? Dejaos de listas imposibles. Sólo sirven para haceros sentir inútiles porque la pura y asquerosa verdad es que no las cumpliréis. Id a lo fácil y a lo real :)

P.D: se me olvidaba. Alguna locura al año tiene que caer :) Si no, la vida es un aburrimiento.