jueves, 17 de enero de 2013

A conducir.

Abrigo. Gorro. Bufanda. Las llaves de casa, las del garaje las del coche. Bajas al garaje y entras en el C3. Arrancas. Subes la rampa. Miras que no venga nadie y giras a la derecha, como siempre. Entras en la autovía sin pensar qué dirección tomar. Y conduces. Conduces. Conduces. Conduces y conduces. Oyes la radio. Piensas en todo o en nada, a saber. Y coges una salida sin mirar el nombre. Llegas a un pueblo. Aparcas. No tienes ni idea de dónde estás. Bajas del coche y sientes el frío de Enero. Ves un banco, el banco, y te sientas. Sin más. Y observas. Al hombre que acaba de pasar con um niño enganchado de la mano. ¿Quién será? Ves a la adolescente con mechas en el pelo. Va escuchando música ¿Quién será? Una pareja. Una señora con un carro de la compra. Dos motos. Un hombre que habla a voces. Un perro, y su dueño. Y ves pasar las horas. Hasta que vuelves a casa.

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