Gana él

No tengo ganas de copiar la sentencia entera. Fallan a favor del acusado. Lo absuelven. Alegan un montón de cosas, algunas lógicas y otras estúpidas: que si cuando lo vi a través de la mirilla estaba en un estado psicológico que distorsionaba la realidad, que si el tío no sabía abrir el pomo de la puerta era porque no vivía en mi edificio -no, imbéciles, no he dicho que no sepa abrir el pomo, he dicho que me decía que abriera la puerta. Es evidente que sus intenciones eran que de camino a la puerta yo no gritase, o que lo acompañase a su casa o al callejón de atrás para hacer lo que le diera la gana conmigo-, que si la diferencia de la edad que le echaba a la que tiene es muy grande, que si no tiene antecedentes penales - O_o penales no, pero si por conducir borracho y por pegarle una paliza a la del segundo, pero claro, como ése no es el móvil del juicio...-, que si aunque yo estaba convencida de decir la verdad no habían pruebas concluyentes y por eso tienen que fallar a favor del reo, que si no tiene lógica atacar a una vecina -nadie ha dicho que el tío tenga muchas luces-, que tenía una escasa visión a través de la mirilla y miraba bajo una situación extresante, y un largo etc. Me dan 5 días para recurrir. No tengo ningún interés ni ganas en recurrir. Mi madre de pronto asegura que hubo muchos detalles que expresé mal -el día en cuestión me dijeron mis padres "lo has hecho muy bien Lara"-y que todo esto ha pasado porque no quise escucharla cuando me daba consejos antes del juicio. Que ella sabe de juicios, y que hubo muchas cosas que dije mal y que se calló en su momento porque estaba segura de que fallarían a nuestro favor. También dice que si el tío ahora está fuera es una "bomba de relojería". A mí eso me da igual. Si me hiciera algo -cosa que dudo- entonces sí que lo meterían en la cárcel con absoluta seguridad.
Bueno, pues es mi culpa. Pero me da igual.
Ella quiere recurrir y yo no. Otra pelea se avecina. Me alegro de ser mayor de edad y de que recurrir o no dependa de mí.

Palabras de mi madre de hace un minuto escaso: "Si me hubieras dejado hablar contigo todo esto lo habrías dicho bien. Eso traté de decírtelo. Pero no me hiciste caso. No sé por qué nunca me haces caso".

Redemostrado: culpa mía. Tendré que aprender a oir y callar. Aunque una cosa tengo que aclarar: no me cabe ninguna duda, absolutamente ninguna, de que sea él.