Sucesos

En un principio quería escribir un post repleto de expresiones de victoria, signos de admiración, carcajadas, insultos, blablabla. Vamos, que la noticia iba a ser más bien poco objetiva.
Pero he cambiado de idea. Puesto que escribí por aquí la denuncia que hice, y en la anterior entrada os hablé un poco del tema, ahí va todo lo que ha pasado hasta ahora (de la manera más objetiva posible, es decir, hechos y datos:

1º) El hombre al que yo le daba apróximadamente unos 35 años, resulta que tiene 24. El susodicho entró en mi edificio y me atracó, cosa que ya expliqué es una entrada anterior. Eso fue el 20 y poco de Julio (creo que 24).

2º) Me buscan al trabajo para que identifique: un archivador repleto de fotos de sudamericanos fichados. Entre todos escojo dos o tres que podrían ser, pero no con seguridad. Por tanto, no hay identificación.

3º) El 30 de Julio pongo la denuncia. En teoría ahí se había quedado la cosa.

4º) Estuve de vacaciones/trabajando un tiempo y, tras pasar este fin de semana en Lopagán en casa de Cristina, vuelvo el domingo por la noche. A eso de las 12 y media oigo gritos de auxilio, llantos, golpes, y mucho alboroto. Al principio no me enteré por la música, pero en cuanto me di cuenta de que algo serio pasaba, fui a la puerta de mi casa. Lo primero que hice fue mirar por la mirilla y... sorpresa. Justo en ese momento bajaba un señor sudamericano cogeando, tambaleándose -evidencias de una buena borrachera- y parándose de vez en cuando para descansar -o para ubicarse, a saber-. En cuanto lo vi estuve segurísima de que era el mismo hombre que me había atracado. Lo flipé, y mucho. ¿Qué sentido tiene que ese tío se meta en el mismo edificio otra vez y, no solo eso, sino que esta vez le haga daño a alguien en el 2º? Estuve un rato sin saber qué hacer, hasta que me doy cuenta de que la mujer seguía diciendo auxilio con mucha ansiedad. Se me pasó por la cabeza un par de cosas: sabía que había otro sudamericano con ella (la chica también es sudaca), por tanto, o bien ese otro tío era compañero del que había bajado tambaleándose y la chica seguía necesitando ayuda, o bien la chica estaba contando desesperada lo que había pasado -incluyo la palabra "desesperada" porque no hay otra forma de definir el tono de su voz-. Así que lo primero que pensé fue: llamo a la policía porque, aunque ese tío no le esté haciendo nada ahora, sí que ha pasado algo. Pero lo que hice fue llamar al número del "grupo A" que yo pensaba que era 24 h. Como no me lo cogían y oi que la chica se calmaba, bajé al portal del edificio (no me preguntéis por qué). El chico que estaba con ella se dio cuenta de que me había asomado un par de veces. Bajó también al portal, le pregunté cómo estaba ella, me dijo que bien; le pregunté quién era el hombre que se había ido, y me dijo que SU PRIMO que iba borracho. Volví a fliparlo. ¿El tío que me atracó es primo de los del 2º? Le conté que a mí me habían atracado en el portal del mismo edificio, pero en seguida me di cuenta que no era muy buena idea contárselo, y no le di más importancia (no quería que supiera que había sido el mismo tío). Total, que subo a mi casa y llamo a mi madre para explicarle la situación: me dice que llame a la policía. Lo hago: 091. Les explico todo, que pensaba que ese hombre era el mismo que me atracó blabla, y me dicen que vaya a ver al grupo A al día siguiente para contarlo.

5º) Voy a ver al grupo A. Me atienden y me dicen que me llamarían por la tarde cuando la persona que se ocupa de esos temas en cuestión estuviera. Me llaman, me preguntan por la letra del 2º en el que viven y me dicen que irán a hablar con ellos.

6º) Al día siguiente por la mañana (ayer), me citan a las 4 y media para que vaya a ver si reconozco la foto de un chico. Voy.

7º) Fue curioso. Estaba nerviosa porque pensaba que si tenía dudas de si era o no, mi conciencia no me dejaría decir: sí, es este, con toda seguridad. Pero lo que fue curioso es que cuando sacaron la foto, dije un SÍ rotundo antes incluso de que el papel llegara a tocar la mesa. Lo tuve clarísimo. Ahora mismo no puedo ni recordar su cara, pero en cuanto lo vi supe que era él, al igual que cuando lo vi a través de la mirilla. Bien, me tiro una hora ahí para hacer todo el papeleo, echo unas cuantas firmas y pregunto qué va a pasar ahora con el sujeto en cuestión. He aquí la historia: no es primo de los del segundo, VIVÍA en el segundo con su novia o algo así. Pero no era dueño del piso. Le habían alquilado una habitación. Según la policía, cuando fueron a mi edificio a hablar con ellos, les dijeron que se había metido en muchos problemas, que volvía borracho, que le había pegado a su novia y varias movidas más. Y encima tenía antecedentes (no pregunté cuáles). Pero cuando fueron ya se había largado a Orihuela.

8º) Tras mi identificación queda que lo pillen y pasa a disposición del juez. Pregunto si yo ya me desentiendo del tema o si me van a llamar para algo. Me dicen que eso sería cosa del juez, que era posible que ellos mismos llamaran.. no lo sabían.

9º) Hoy por la tarde me llaman y me dicen: mañana por la mañana tienes que ir al Palacio de Justicia porque tienes el juicio a las 10 y 20 (lo que quiere decir que ya lo han pillado). Un juicio como esos es corto, dicen.

10º y último) Pregunté qué es lo que podía pasarle por un simple robo -no sé si puede ser una multa, una semana en la carcel, un mes o qué- porque, al fin y al cabo, lo que hizo no fue tanto. La respuesta del policía fue: ahí yo ya no sé nada, es verdad que no se llevó mucho, pero como tiene antecedentes y el robo fue con agresión y en contra de tu voluntad -ahí pensé "si no hubiera sido en contra de mi voluntad no estaríamos aquí xD-, todo eso se suma en su contra.
Estaba satisfecho. Dice que atracos como los míos pasan muchísimos; bueno, eso ya se sabe. Lo que pasa es que si la gente no identifica, como me pasó a mí al principio, ellos no pueden hacer nada de nada. La única forma de poner un poco de orden es, en primer lugar, con una denuncia (Hay quien ni si quiera denuncia) y, en segundo lugar, con una acusación.

Eso es todo. Bastante largo, lo sé. Y más largo lo haré mañana (u otro día) cuando edite y cuente en qué ha quedado el juicio.