Aunque más que historia, es anécdota, porque es algo corta.
Bien, ahí va: A fecha de 22 de Abril de 2008 (antes de ayer), me dirigí a la oficina de la CAM más cercana para recoger una tarjeta previamente solicitada (el viernes anterior). Estando allí poco tuve que esperar, sólo el tiempo que tardaron dos marujas en entender que si un testamento no se hacía legal, el banco no podía pagar la herencia del difunto al primero que pase -por muy primo que sea-. Sospeché que el difunto aún no era difunto, pero poco le faltaría. Bueno, me estoy iendo por las ramas, sólo son especulaciones mías.
Cuando me atendieron en otra mesa -las marujas aún necesitaban encontrar la neurona que les faltaba-, enseñé mi dni y me dieron la tarjeta con funda y todo. Luego fui a las ventanillas -menos mal que no había nadie- y, tras esperar, carraspear, dar palmadas en el mostrador y hacer todas las señas "disimuladas" que podía para que la buena mujer dejara de ligar con ese hombre tan... -va, paso de describirlo- se dio cuenta de que yo existía y conseguí ingresar mis primeros euros.
Me disponía a salir de la oficina -cosa que hice, uf, soy capaz de hacer algo- y decidí usar por primera vez la tarjeta en el cajero de fuera. (Qué emoción).
¿Y qué hice? Darle de comer al móvil, por supuesto. No me gusta eso de ir con 0 cnts por la vida. En fin, aquí esta lo gracioso. Yo, expectante, esperé a que el cajero hiciera sus ruiditos y sus tareas correspondientes y fue entonces cuando escuché el sonido celestial del mensaje de mi móvil.... SIIIIII, ¡SAAALDOOO! Estaba tan embriagada por la emoción que apenas me afectó que me descontaran 3 euros y unos cuantos céntimos por el anticipo de saldo que había pedido.
Todo hecho. Con una sonrisa en la cara me fui a mi casa y tal feliz.
Repasemos: ¿he dado todos los detalles no? Para el que no lo ha pillado al vuelo, volvedlo a leer.
¿Qué hice mal? ¿Qué NO HICE?
-> No recogí la tarjeta del cajero <- Total, ¿para qué? Psé, el saldo ya lo tengo. Así pues, hagamos cálculos. Sí, calculemos el tiempo transcurrido desde el momento en que me dan la tarjeta hasta que llego al cajero. Sólo tuve que esperar unos 3 minutos desesperantes para que me atendiera la mujer ligona, dirigirme a la entrada -no se trata de un gran hall, es un sitio pequeñito-, abrir la puerta, desplazarme medio metro hacia adelante, y realizar las actividades previamente indicadas con el cajero. ¿Cuánto fueron? ¿5 minutos? ¿6? ÉSE fue el tiempo que tardé en perder la tarjeta. Bueno, puedo superarme. Podría haberla tirado accidentalmente a la papelera nada más recibirla. Esas cosas pasan. Total, que ayer por la tarde -con algo de fiebre encima- me doy cuenta de que no está. "No puede ser, no puedo haberla olvidado en el cajero". Miro en los bolsillos de los vaqueros, en todos los bolsillos del bolso que llevaba y también de los que no llevaba y hace mucho que no uso -por si acaso-, saco mil veces las tarjetas del monedero y compruebo una y otra vez que no está. Vale, sí, me la he dejado. Lo mejor es aceptarlo. (Entonces recuerdo lo que pensé acerca de las neuronas de las dos marujas...)
Así que cuando he llegado a la CAM esta mañana y les he contado lo sucedido, me han explicado que el cajero, si pasan demasiados segundos sin recoger la tarjeta, se la traga. Lo han abierto, y ¡siiiii, allí estaba!.
¿Véis? Hoy en día te puedes dejar las tarjetas en los cajeros. Así te las cuidan y seguro que no se pierden.
Antes de despedirme y dar las gracias le he dicho a la chica que me ha atendido:
Bien, ahí va: A fecha de 22 de Abril de 2008 (antes de ayer), me dirigí a la oficina de la CAM más cercana para recoger una tarjeta previamente solicitada (el viernes anterior). Estando allí poco tuve que esperar, sólo el tiempo que tardaron dos marujas en entender que si un testamento no se hacía legal, el banco no podía pagar la herencia del difunto al primero que pase -por muy primo que sea-. Sospeché que el difunto aún no era difunto, pero poco le faltaría. Bueno, me estoy iendo por las ramas, sólo son especulaciones mías.
Cuando me atendieron en otra mesa -las marujas aún necesitaban encontrar la neurona que les faltaba-, enseñé mi dni y me dieron la tarjeta con funda y todo. Luego fui a las ventanillas -menos mal que no había nadie- y, tras esperar, carraspear, dar palmadas en el mostrador y hacer todas las señas "disimuladas" que podía para que la buena mujer dejara de ligar con ese hombre tan... -va, paso de describirlo- se dio cuenta de que yo existía y conseguí ingresar mis primeros euros.
Me disponía a salir de la oficina -cosa que hice, uf, soy capaz de hacer algo- y decidí usar por primera vez la tarjeta en el cajero de fuera. (Qué emoción).
¿Y qué hice? Darle de comer al móvil, por supuesto. No me gusta eso de ir con 0 cnts por la vida. En fin, aquí esta lo gracioso. Yo, expectante, esperé a que el cajero hiciera sus ruiditos y sus tareas correspondientes y fue entonces cuando escuché el sonido celestial del mensaje de mi móvil.... SIIIIII, ¡SAAALDOOO! Estaba tan embriagada por la emoción que apenas me afectó que me descontaran 3 euros y unos cuantos céntimos por el anticipo de saldo que había pedido.
Todo hecho. Con una sonrisa en la cara me fui a mi casa y tal feliz.
Repasemos: ¿he dado todos los detalles no? Para el que no lo ha pillado al vuelo, volvedlo a leer.
¿Qué hice mal? ¿Qué NO HICE?
-> No recogí la tarjeta del cajero <- Total, ¿para qué? Psé, el saldo ya lo tengo. Así pues, hagamos cálculos. Sí, calculemos el tiempo transcurrido desde el momento en que me dan la tarjeta hasta que llego al cajero. Sólo tuve que esperar unos 3 minutos desesperantes para que me atendiera la mujer ligona, dirigirme a la entrada -no se trata de un gran hall, es un sitio pequeñito-, abrir la puerta, desplazarme medio metro hacia adelante, y realizar las actividades previamente indicadas con el cajero. ¿Cuánto fueron? ¿5 minutos? ¿6? ÉSE fue el tiempo que tardé en perder la tarjeta. Bueno, puedo superarme. Podría haberla tirado accidentalmente a la papelera nada más recibirla. Esas cosas pasan. Total, que ayer por la tarde -con algo de fiebre encima- me doy cuenta de que no está. "No puede ser, no puedo haberla olvidado en el cajero". Miro en los bolsillos de los vaqueros, en todos los bolsillos del bolso que llevaba y también de los que no llevaba y hace mucho que no uso -por si acaso-, saco mil veces las tarjetas del monedero y compruebo una y otra vez que no está. Vale, sí, me la he dejado. Lo mejor es aceptarlo. (Entonces recuerdo lo que pensé acerca de las neuronas de las dos marujas...)
Así que cuando he llegado a la CAM esta mañana y les he contado lo sucedido, me han explicado que el cajero, si pasan demasiados segundos sin recoger la tarjeta, se la traga. Lo han abierto, y ¡siiiii, allí estaba!.
¿Véis? Hoy en día te puedes dejar las tarjetas en los cajeros. Así te las cuidan y seguro que no se pierden.
Antes de despedirme y dar las gracias le he dicho a la chica que me ha atendido:
"Esta vez prometo perderla cuando hayan pasado al menos unas horas".
"¡Ay! Dónde tenéis la cabeza..."
(Eso quisiera saber yo)
P.D: Podéis seguir dejándome libros y todo eso, que yo con las cosas de los demás soy responsable :)
5 comentarios:
Es una historia divertida ciertamente, aunque seguro que al principio no te hizo tanta gracia.
Me ha hecho gracia lo de "oficina de la cam más cercana" suena totalmente a anuncio.
Respecto a los libros...dos cosas que decirte.
a) no creo que intentases meter el libro en el cajero, asique así no lo perderás ;)
b) en caso de que sucediese, siempre puedes argumentar que trabajas de modo independiente con la campaña "libera un libro"
Pues mi madre trabaja en CAJAMURCIA (XD) y lo de que los cajeros se tragan tu tarjeta pasado un tiempo ocurre desde hace al menos 10 años... Eso sí, yo que tú no me dejaría la tarjeta, que más de uno ha llegado justo detrás, ha cogido la tarjeta y se la ha llevado o incluso gente que se ha dejado la sesión iniciada y le han sacado más dinero, aunque ahora también te piden el número de seguridad en cada operación así que es menos probable.
Wack es que yo nunca había perdido una tarjeta así. Como mucho un día saqué 10 euros y me los dejé en el cajero. A los 20 segundos, cuando volví, ya no estaban (era en la gran via xDDD)
Álex, yo suelo tener la teoría de: si pierdes o rompes algo, compra uno igualito xDD Aunque lo tuyo sale más económico ;p
a los 20 segundos... el cajero se los vuelve a tragar... Sea en la Gran vía o en la Fama.
Otra cosa es que hubiese algún avispado y le hubiese dado tiempo.
Que sepas que hay camara en el cajero y graban a todo el que se pone por delante a sacar dinero o a hacer cosas enfrente suyo.
No te creas que eres tan despistada (bueeeeno, igual sí que vas un poco empanada a veces xD) porque yo trabajo con los lectores de los cajeros y, aunque en nuestra aplicación damos 20 segundos de margen al usuario para retirar la tarjeta y lo avisamos con mensajes visuales y sonoros de ¡¡retira tu tarjeta, coño!!, da igual: raro es el día que no llama alguien quejándose de que la máquina se ha "tragado" su tarjeta ;)
Publicar un comentario